miércoles, 5 de marzo de 2014

Necesidad: parte II



Rafael observó a la chica frente a él. Era imposible negar lo que sentía por ella, así como negar lo que ella sentía por él. ¿Cuánto tiempo llevaban tonteando? Pero él se sentía incapaz de decir nada. Helena era la chica de su vida, lo sabía y no podía hacer nada por evitarlo. Helena, su dulce amante Helena. Si tan sólo no hubiese caído en sus brazos aquella primera vez, en aquel instante podría sentirse libre de decir lo que quisiese.

Pero no lo era, y la joven frente a él lo sabía. Para nadie era un secreto que mantenía una relación de “más que amigos” con Helena, como también se sabía que distaban mucho de ser novios. Helena se había molestado en hacer saber que aquello era sólo temporal y que podría terminar en cualquier momento. Helena había sido noble y fuerte al aceptar mejor que él no podía amarla y corresponderla.

Y quizás fue por todo eso que la joven se declaró con decisión y un poco de descaro, como sólo alguien como ella era capaz de hacer, dejándole sin palabras.

- Pero Helena… -intentó decir sin saber lo que quería decir.

Helena no tenía nada que ver en todo aquello.

- Habla con ella, lo entenderá.

- Eva, para ella será un duro golpe.

Sería un duro golpe para el que estaba preparada desde hacía un año. Eva asintió creyendo comprender lo que le pasaba.

- ¿Tú me quieres? –preguntó comprensiva.

Eva sabía que debía ser difícil para Rafael dejar a Helena, eran amigos al fin y al cabo, desde hacía muchos años. Pero debía comprender que debía pasar página, que ella estaba allí y que era a quien él quería.

- Claro que sí –contestó.

La quería.

- Entonces es el momento de hacer las cosas que deben hacerse si quieres que estemos juntos. Quizás Helena sea capaz –añadió-, pero yo no puedo pensar en nosotros de una manera que no sea siendo una pareja.

Rafael asintió. Eso era lo que él quería también.

- Debes hablar con ella.

Debía hablar con Helena y decirle que todo estaba terminado. Rompería con su relación y esperaría a que al menos aún quedase su amistad. Porque eso era algo que no podía perder.

- Hablaré con Helena.

Eva suspiró aliviada, había sido más fácil de lo que ella se había esperado. Siempre había visto que vivían en una relación liberal y había temido que aquello se interpusiese entre ellos dos, pero con el tiempo había empezado a comprender que no tenía que ser así, y Rafael se lo acababa de demostrar.

Se sentía segura, sólo esperaba que Helena se lo tomase bien porque aunque siempre habían dicho que no había nada real entre ellos, se podía ver claramente que Helena sí que sentía algo por Rafael.

- Hablaré hoy con Helena.

Eva asintió.

- Pero me gustaría esperar una semana para hacerlo oficial. No me gustaría terminar con Helena y que me vea ir corriendo a otra relación. ¿Lo entiendes?

- Sí, puedo entenderlo –dijo.

Aunque el hecho de esperar una semana no iba a cambiar la verdad, que le había dejado por otra.

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