domingo, 22 de diciembre de 2013

Amor desesperado



El amor desesperado es miseria. Es conformarse con las migajas de aquello que te da la otra persona. Es suplicar en doloroso silencio por un segundo en sus pensamientos. Es acallar el sufrimiento con una sonrisa conforme. Es esperar el inevitable final que te dejará sola otra vez.

El amor desesperado es desdicha, es felicidad, es llorar, es reír, es sentirse vacío, es sentirse pleno… El amor desesperado es simplemente esperar a que todo termine para poder recoger los pedazos de lo que queda de ti misma sin poder culpar a nadie más que a tu propia estupidez. Porque siempre supiste que no había nada a lo que aferrarse, que tú no eras nada más que una ilusión momentánea que se iría desvaneciendo poco a poco entre suspiros y anhelos.

El amor desesperado es murmurar una y otra vez, como si fuese una letanía agónica, mentiras que te ayuden a soportar los momentos en los que la realidad choca contra tu ser y te demuestra que no eres nada, no eres nadie…

Sólo un ser miserable que se aferra a lo que no es y nunca será.